Nuestra experiencia de larga data, como consejeros legales y abogados litigantes, potenciada por el empleo de modernas herramientas tecnológicas aplicadas a la abogacía, nos permite ofrecer a los clientes una asesoría jurídica de vanguardia y brindar la mejor solución posible a su problemática jurídica en diversas áreas del Derecho. Hace unos años iniciamos nuestra transformación digital y la compartimos en nuestra historia.
El Escritorio Jurídico TAMAYO TAMAYO es una firma de abogados fundada en Caracas, en el año 1986, por los abogados José Miguel Tamayo Tamayo (f) y su hijo José Luis Tamayo Rodríguez, profesores de Derecho penal y procesal penal de la Universidad Central de Venezuela y doctores en Derecho. Posteriormente se fueron incorporando al Escritorio, una vez graduados, sus hijos, nietos y sobrinos: Joy Tamayo, Daniel Tamayo, Jorge Luis Tamayo, Adriana Tamayo y Manuel Tamayo, quienes progresivamente pasaron a formar parte de la Junta Directiva.
Desde un inicio su principal línea de servicios (que aún se mantiene), ha sido la de brindar asesoría, asistencia y representación jurídica especializada en materia penal (defensas y acusaciones penales), incluyendo casos de violencia de género y contra grupos vulnerables; y en la actualidad, gracias a la incorporación de un equipo de abogados de primera línea, altamente competentes y de comprobada experiencia en sus respectivas áreas, también atendemos asuntos civiles (bienes y familia), mercantiles, accidentes de tránsito, laborales, administrativos, migratorios (en Colombia y México) y en materia de seguros.
En el año 2015, la Junta Directiva, motivada por el notable auge de las nuevas tecnologías de comunicación e información y el uso cada vez más frecuente y generalizado de las redes sociales, adopta la decisión de iniciar un proceso de modernización del Escritorio para adaptarlo a los “nuevos tiempos digitales”. Nace así nuestra primera página web https://tamayo-tamayo.com/, acompañada por el cambio del logotipo de identificación y sus colores tradicionales y la creación del sitio abogados tamayo tamayo en Instagram, que realizó en 2016 su primera publicación. La imagen del Escritorio cambió por completo.
Con el pasar de los años, nuestro proceso de modernización hacia la digitalización plena no avanzó acorde con las exigencias tecnológicas, y eso trajo como consecuencia que nos quedáramos a “medio camino”, sin lograr alcanzar las “metas digitales” que nos propusimos en 2015.
A mediados del año 2020, a raíz de la pandemia y el arrollador avance de las Tecnologías de Comunicación e Información, que se hizo más evidente por el repentino apogeo alcanzado por ZOOM (programa de videollamadas y reuniones virtuales) y el el empleo cada vez más frecuentes de otros softwares de comunicación virtual, como SKYPE, GOOGLE MEET o MICROSOFT TEAMS, la Junta Directiva decide retomar de manera firme y
decidida el proceso de digitalización iniciado un lustro antes. ¿El resultado? La transformación definitiva de nuestro Despacho de abogados en un Escritorio Jurídico Digital, que hoy presentamos a través de esta renovada página web, que ha incorporado al Derecho Informático y sus derivaciones dentro de su línea de servicios, prestando actualmente asesorías y consultorías on line e impartiendo, además, desde la Academia Digital Tamayo Tamayo, cursos en línea para la formación académica de estudiantes y abogados, con programas especialmente adaptados a la era digital.
Nuestra digitalización nos permite brindar en la actualidad servicios jurídicos digitales, tales como: Dictámenes, opiniones jurídicas y escritos relacionados con la violación de
los derechos digitales; asesoría respecto a delitos cometidos a través de las redes sociales; adquisición, preconstitución y preservación de evidencias digitales y pruebas electrónicas; redacción de escritos de promoción de pruebas electrónicas en asuntos penales, civiles (bienes y familia), mercantiles, tránsito, administrativos, laborales, de familia, etc. (v.gr., chats escritos y de audio, videos, fotografías y documentos electrónicos enviados vía WhatsApp, Facebook, Instagram, Twitter, por correo electrónico o que consten en páginas web); al igual que redacción de escritos de impugnación o desconocimiento de pruebas electrónicas, así como de defensa de la idoneidad y validez de aquellas impugnadas o desconocidas por la contraparte.